La importancia de los buenos hábitos en la limpieza y cuidado de los estuches que utilizamos para guardar las lentes de contacto.
La prevención de riesgos en el uso de lentes de contacto es esencial para la higiene ocular. Para el buen uso de las lentes de contacto es preciso un buen hábito de mantenimiento y limpieza de las mismas, incluidos los portalentes usados para guardarlas.
Recomendaciones en los hábitos de limpieza para los estuches contenedores de las lentes de contacto:
- Lavar las manos con agua y jabón siempre.
- Secar al aire los estuches de lentes de contacto y asegurar su secado sin que queden húmedos.
- Adecuación del estuche de lentes de contacto con la solución limpiadora, es decir, que sean del mismo fabricante.
Así mismo, deducimos que el ser usuarios de lentes durante más tiempo puede hacer que se produzca una relajación en el cumplimiento de los buenos hábitos de higiene. Por tanto, nuestra labor como profesionales de la contactología también está en el recordatorio frecuente de estos hábitos a nuestros pacientes usuarios de lentes de contacto.
Mantener un estuche para los lentes de contacto limpio es importante para la salud de los ojos. El estuche puede albergar bacterias peligrosas si no se desinfecta adecuadamente de forma diaria, semanal y mensual.Primero drena y enjuaga el estuche con la solución para lentes de contacto. Deja que el estuche se seque al aire para eliminar cualquier contaminante adicional. Establece una rutina de limpieza regular y pasarás por este proceso en tan solo unos minutos.
Estar preparado para la limpieza
Lávate las manos. Antes de tocar los lentes de contacto o cualquier parte del estuche, debes lavarte las manos con agua tibia y jabón. Mantén las manos debajo del agua y canta la canción de «cumpleaños feliz» para asegurarte de que estén correctamente limpias. El lavarte las manos evitará la transferencia de bacterias de las manos a los ojos.
- Para conseguir mejores resultados, utiliza un jabón totalmente natural que no contenga fragancias ni humectantes adicionales. Estos químicos pueden transferirse de las manos al estuche y posteriormente a los ojos.
- Si sabes que vas a manipular el estuche o los lentes de contacto, sécate las manos con una toalla que no suelte pelusa. Esto evitará que las fibras entren en el estuche y causen irritación en los ojos.
Vacía el estuche. Agarra el estuche y desenrosca las tapas de los receptáculos (si están cerrados). Coloca las tapas a un lado. Luego, coloca el estuche boca abajo sobre el fregadero y drena la solución anterior. Agita un poco el estuche para eliminar cualquier resto de humedad.
- Esto puede parecer de sentido común, pero verifica que los lentes de contacto no estén en el estuche antes de vaciarlo.
Nunca llenar el estuche que ya tiene algo de la solución. Si ves solución para lentes sobrante en el estuche, resiste la tentación de agregarle más solución y continuar. Reutilizar la solución de esta manera disminuirá sus efectos desinfectantes y puede llegar a provocar una infección bacteriana.
Limpiar el estuche a diario
Frota el interior del estuche. Con un trapo limpio y sin pelusa o un dedo lavado, frota suavemente dentro de los receptáculos del estuche para desalojar cualquier biopelícula que pueda estar pegada al plástico. Para lograr la máxima limpieza, trata de cubrir todas las superficies interiores del estuche y pasa al menos cinco segundos frotando cada área.
Enjuaga el estuche con una solución para lentes de contacto. Saca la botella de solución multiuso para lentes de contacto y rocíala ligeramente en el estuche abierto. Continúa hasta que estés satisfecho con la eliminación de los residuos. No olvides rociar la solución en la parte inferior de las tapas también.
- Rociar la solución es un paso crítico en la prevención de bacterias. Un estudio informó que el 70 % de los estuches para lentes de contacto contenían bacterias y otros contaminantes.
- Asegúrate de usar la solución multiuso que te sugirió el médico. El uso de una solución salina estándar o una solución humectante no desinfectará el estuche adecuadamente.
Evita exponer el estuche al agua. Como regla general, debes mantener los lentes de contacto y el estuche lejos de todo tipo de agua. No enjuagues el estuche con agua. Si lo haces, podrías exponerte a una queratitis por Acanthamoeba, una infección ocular que puede llegar a provocar la ceguera.
Deja que el estuche se seque al aire. Una vez que hayas completado el proceso de enjuague, coloca un de papel o un paño que no suelte pelusa limpio sobre una superficie. Coloca el estuche y las tapas en el pañuelo. Colócalos boca arriba o boca abajo, según prefieras. Algunas personas argumentan que boca abajo es mejor, ya que protege el estuche de los contaminantes en el aire, como aquellos que se encuentran comúnmente en un baño.
Rellena el estuche con solución. Cuando el estuche esté totalmente seco, puedes volver a llenarlo con una solución para lentes de contacto nueva. En este punto, ya estarás listo para almacenar los lentes de contacto.
Guarda el estuche en un lugar apropiado. Considera cuidadosamente dónde vas colocar el estuche para los lentes de contacto durante todas las fases de uso. Los estuches son más propensos a estar expuestos a bacterias en ambientes húmedos. Dejar el estuche en un baño y en particular, cerca de un inodoro, puede hacer que entre en contacto con gotas de agua contaminada. Es posible que quieras considerar la mesa de noche como una opción de almacenamiento alternativa.
Cuidar del estuche a largo plazo
Desecha el estuche si está dañado. Cada día, revisael estuche para ver si ha aparecido alguna grieta. Incluso una grieta en la rosca de la tapa puede dejar que las bacterias entren al área del receptáculo interior. O, si dejas caer el estuche y este sufre daños, es posible que debas reemplazarlo lo más pronto posible.
Limpia el estuche semanalmente. Toma un cepillo de dientes fresco y limpio expresamente utilizado para este propósito. Toma la botella de solución para lentes de contacto también. Moja el cepillo de dientes con la solución y frota tanto el interior como las tapas del estuche. Cuando termines, enjuágalo con la solución y deja que el estuche se seque al aire.
- Algunas personas sostienen que hervir el estuche es el mejor método de limpieza semanal. Si quieres probarlo, deberás sumergir el estuche en agua hirviendo durante al menos tres minutos. Ten mucho cuidado para evitar quemaduras. Otras personas recomiendan pasar el estuche por el lavavajillas.
- Si detectas suciedad visible o biopelículas duras en el estuche durante la limpieza semanal, es posible que debas reemplazarlo lo antes posible.
Consejos
- Mientras limpias el estuche, asegúrate de que la punta de la botella de la solución no toque el estuche u otra superficie. Si lo hace se podría contaminar la solución en el interior.
- Si no quieres tener problemas con la limpieza del estuche, puedes considerar cambiarte a unos lentes de contacto desechables diarios.
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fuentes: qvision.es; es.wikihow.com