LAS GAFAS DE PRUEBA
Las gafas de prueba cada vez son más usadas en el campo de la optometría ya que con ellas se consigue controlar más parámetros a la hora de graduar.
Al ser un dispositivo poco invasivo y real, ofrece un mayor control de la acomodación y de la convergencia.
A pesar de las ventajas aportadas por el foróptero, existen casos en los que el uso de las gafas de prueba en conjunción con una caja de lentes de prueba resulta altamente recomendable.
Hablamos sobre todo de aquellos casos en los que el mantenimiento de la distancia de vértice y la estabilidad del paciente delante del foróptero resulta difícil o incluso imposible, como niños, ancianos o personas con otras limitaciones de tipo físico o psíquico.
La gafa se ajusta completamente a la disposición facial del paciente independientemente de que éste realice movimientos involuntarios durante la prueba.
Las gafas de prueba no es más que una montura ajustable con tres aros para colocar lentes o accesorios.
Es importante, siempre que se use, ajustar correctamente los reglajes de la montura asegurándose el correcto centrado de los ojos del paciente sobre el aro.
Para ello se emplean los ajustes de distancia nasopupilar, de inclinación de la varilla y de altura del puente.
Se usa en conjunción con una caja de prueba que suele contener una inmensa variedad de lentes esféricas y cilíndricas de potencia positiva y negativa así como una variedad de lentes auxiliares.
Siendo muy recomendable poner la graduación final en las gafas de prueba para conocer las sensaciones del paciente cuando vaya a usar sus monturas.
Instrumental de Óptica: Caja de Gafas de Prueba
Si hay un instrumental que todo el mundo relaciona con los exámenes visuales es la montura de prueba y esa caja “misteriosa” llena de cristalitos que el óptico-optometrista va poniendo y quitando para graduar la vista.
La Montura o Gafas de Prueba es una gafa (normalmente metálica) que tiene las varillas y el puente ajustables para que pueda adaptarse a todas las fisonomías y que dispone de unas pequeñas agarraderas en el que se introducen lentes de distintas potencias para facilitar un examen optométrico.
Esas lentes que se ponen y quitan de la montura están ordenadas según su potencia dióptrica en lo que llamamos la Caja de Gafas de Prueba. Hay lentes convexas o positivas (para hipermetropía), lentes cóncavas o negativas (para miopía), lentes tóricas (para astigmatismo), lentes con filtros, lentes prismáticas, oclusores que quitan la visión de un ojo, con un agujero en el medio, etc.
Según se pongan lentes de cóncavas o convexas se va sumando o restando la potencia final.
Para las lentes con astigmatismo, que requieren una posición determinada, que llamamos eje del astigmatismo, la gafa de prueba cuenta con un sistema para que giren las lentes.
Aunque es un instrumento muy antiguo, y actualmente se usa mucho el foróptero (del que hablaremos en otro artículo) sigue siendo muy válido ya que permite simular como sería la visión final en situaciones cotidianas como mirar el suelo o subir escaleras , y permite al óptico-optometrista observar si la persona a la que se está haciendo el examen visual guiña los ojos o tuerce la cabeza, que alteraría el resultado de la graduación.
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fuente: colegioopticosoptometristas.es; informacionopticas.com