¿Para qué sirven los test de oftalmología?

El test de Snellen, famoso test por el que todos hemos pasado alguna vez, es una prueba diseñada para evaluar la agudeza visual. Su creador Herman Snellen,  diseñó la prueba en el año 1862.

La prueba cosiste en poder identificar correctamente las letras de una gráfica, la gráfica de Snellen, o tabla de Snellen. En dicha tabla solo se utilizan diez letras que son B, C, D, E, F, L, O, P, T y la Z.

Las letras van decreciendo dependiendo del nivel en el que se encuentren. Por ello un nivel 20/20  es una visión normal. Se recomienda, de forma no oficial, realizarse un test de Snellen con cierta frecuencia o en los siguientes casos:

Niños: al menos dos veces en la infancia separadas por 5-6 años. También cuando se sospeche que tiene dificultad para leer la pizarra o le cueste concentrarse haciendo los deberes.

Adolescentes: al inicio de los estudios de secundaria y al final de los mismos se debe realizar un test de Snellen para comprobar que el crecimiento no ha alterado la óptica del ojo.

Jóvenes:  solo se tiene que realizar un test de Snellen cuando terminen fases de estudio prolongadas (por ejemplo, los estudios universitarios o una oposición).

Adultos: el test de Snellen solo es necesario repetirlo cada 10 años.

Ancianos: se debe realizar el test cuando se sospeche un déficit visual, pero se recomienda acudir al oftalmólogo.

 

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Para las personas que no saben leer se usa otra prueba diferente denominada Test de Landolt o el Test de Lea.

 

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