Test de Ishihara
Los tests de percepción, y sobretodo el test de Ishihara, de los colores son usados para identificar posibles deficiencias adquiridas o hereditarias. Existen varios tests para detectar estas anomalías, como por ejemplo el test de Farnsworth, las cartas pseudocromáticas, el anomaloscopio, etc.
Los métodos más usados en estos tests son:
- Reconocimiento de figuras y símbolos dentro de un patrón de puntos. Este método permite un rápido resultado.
- Ordenación de cápsulas de colores en el orden natural, desde el azul hasta el rojo pasando por diversos tonos intermedios. Esto permite determinar la deficiencia.
- O un juego de colores hecho por instrumentos especiales adaptados para determinar este problema.
Actualmente uno de los tests más usados es el test de Ishihara. Existen dos variantes a la hora de realizar el mencionado test, esto depende de si las personas que lo realizan conocen o no los números. Para personas mayores se suele hacer con números incrustados en puntos de colores, mientras que para niños pequeños se sustituyen dichos números por caminos de color entre dos puntos determinados. En nuestro caso se ha utilizado la versión numérica.
El principio fundamental de éste reside en el reconocimiento de números o figuras geométricas hechas por pequeños puntos coloreados. A continuación se muestra un ejemplo que ilustra perfectamente el test numérico y las posibles deficiencias que se pueden dar.
El doctor Shinobu Ishihara (1879-1963) realizó dos ediciones distintas de este test de Ishihara. Las dos ediciones se diferencian en el número de láminas utilizadas, en un caso se utilizan 24 láminas y en el otro 38. Se pueden distinguir cuatro tipos de láminas diferentes donde cada una de ellas cumple una función determinada:
- Láminas transformadas. En estas tarjetas los observadores con deficiencias dan diferente respuesta que los observadores normales. Constituyen las láminas 2 a 9 ambas inclusive en el test de 24.
- Láminas con número desaparecido. Sólo los observadores normales pueden reconocer un dígito al mirarlas. Constituyen las láminas 10 a 13 ambas inclusive en el test de 24.
- Láminas con dígito oculto. Sólo los observadores anómalos deberían ver el patrón. Constituyen las láminas 14 y 15 en el test de 24.
- Láminas cualitativas. Con estas tarjetas se pretende afinar en la clasificación de la deficiencia para ver si sólo es una anomalía o presenta la enfermedad. Constituyen las láminas 16 a 24 ambas inclusive.
En el test que hemos realizado en nuestro experimento sólo se han utilizado láminas de los tres primeros grupos, esto es, láminas que incluían información numérica. Además se descartaron otras láminas puesto que realizaban una función repetida. Al final el test constó de 15 láminas que representaban completamente todos los aspectos que debían ser tratados.
Las láminas escogidas se dividieron en 6 grupos para realizar una baremación y consiguiente evaluación de los tests realizados. Todas estas láminas pueden observarse en el test completo que se encuentra en el anexo correspondiente.
La versión original de la prueba con láminas de los mapas de colores (por Dr. Shinobu Ishihara) fue diseñada para ser realizada en un cuarto iluminado adecuadamente por luz diurna. La presencia de la luz del sol directa o de la luz artificial, pueden producir una cierta discrepancia en los resultados debido a la alteración en el aspecto de las sombras del color, por tanto hay que evitar los reflejos en la zona de visión. Esto, junto con otros aspectos, forma parte de las condiciones de realización del test.
En este experimento se ha adaptado dicha prueba para ser realizada en la pantalla de un ordenador.
Antes de continuar se ha de decir que los resultados de esta prueba no deben ser considerados una prueba profesional válida absoluta para la acromatopsia, sólo nos sirven para hacer una pequeña comprobación de la buena percepción cromática de los encuestados.
A continuación, vamos a describir el procedimiento para la realización del test, algunas de las consideraciones siguientes están descritas en detalle en el apartado correspondiente a “condiciones de realización del test”.
- Situarse de forma adecuada frente a la pantalla del ordenador.
- Colocar la pantalla a la distancia (aproximadamente 75 cm.) y ángulo (máximo de 30º sobre la normal) correctos para una buena visión y evitar que reflejos de luz incidan sobre ésta.
- Observar la lámina que aparece en pantalla y contestar en el espacio correspondiente del documento.
Una vez realizado el test de Ishihara se hizo una comprobación in situ de las respuestas para decidir si los encuestados eran aptos para la realización de la fase posterior.
Para decidir si el encuestado ha pasado con éxito el test se realizó una baremación de cada grupo, teniendo en cuenta que las láminas pertenecientes al mismo grupo tienen igual importancia y, por tanto, igual puntuación.
Como se puede observar existen distintas puntuaciones para cada lámina, dependiendo de la anomalía que represente. Si bien la que más puntuación presenta es la lámina 1 con 15 puntos. Esta lámina era excluyente en el caso de no observarse la cifra que se muestra en ella, puesto que en dicha lámina no se identifica alguna anomalía de visión sino falta de visión importante.
Por último, y antes de pasar a explicar el procedimiento de la siguiente prueba experimental, vamos a mostrar los resultados obtenidos de la realización del test de Ishihara a los 8 facultativos que lo realizaron.
Se estableció como criterio para considerar apta la prueba de Ishihara una valoración mínima del 80 %, así, a la vista de los resultados en la tabla anterior, todos los facultativos que realizaron este test eran aptos para continuar.
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fuente: bibing.us.es